Falsos profetas en la iglesia

Como pastores estamos llamados a ayudar a los creyentes a identificar sus dones y darles la oportunidad de utilizarlos para la gloria de Dios y edificación de la iglesia. Pero el hecho de que creamos en la vigencia de los dones sobrenaturales también nos expone a ciertos riesgos. Por ejemplo, el de lidiar con personas que pretenden ejercer ciertos dones, pero en realidad están siendo guiados por su propia corazón, o lo que es peor, influenciado o controlados por fuerzas espirituales opuestas a Dios. Sí usted lleva mucho tiempo en la pastoral seguramente alguna vez se ha topado con uno de estos auto proclamados “profetas”. Sí, me refiero a esos que no obedecen ni respetan a los pastores a los cuales el “Señor” les habla de cada cinco minutos. Por lo general, han estado en muchas iglesias de las cuales siempre salen corriendo dejando caos y confusión tras de sí. A estas personas es muy difícil llamarles la atención, porque a ellos el “Espíritu” siempre les dice otra cosa. De todo corazón, oro al Señor para que él le de DISCERNIMIENTO Y VALOR para poner en su sitio a estos palabreros que usan en vano el nombre de Dios y causan tanto daño a su obra.